Esta votación sin duda representa
un hito histórico en la RACV. Las razones son muchas y variadas. Sin ánimo de
exhaustividad, y entre otras, por el contenido, porque se hacía un reconocimiento
expreso del estatuto de autonomía en relación con la llamada “Acadèmia
Valenciana de la Llengua”, curioso nombre para aludir a lo que debería haber
sido Acadèmia de la Llengua Valenciana”, y en este caso el orden de los
factores sí altera el producto. También fue histórica por la forma.
Si ya es de
por sí raro que acudan representantes institucionales, cosa que tienen derecho
pero que no ejercen al menos de forma habitual, todavía lo es más que lo hagan
para decidir una cuestión tan aparentemente relevante como la que se decía
aquí...
Igualmente, porque se produjo una circunstancia bastante especial, pues
se produjo una aparente irregularidad o error al computar los votos. Y tan
relevante fue esta cuestión que el tema actualmente se encuentra judicializado.
Un número importante de académicos han formulado recurso
contencioso-administrativo solicitando la nulidad de esta votación que se
encuentra actualmente en tramitación. Por las últimas noticias que conozco, el
recurso contencioso ha sido admitido. El resultado del mismo se producirá en un
futuro.
Las razones para firmar lo que el
diario Levante denomina “paz lingüística” supongo que serán de diversa índole.
Pero si lo que se pretendía era crear un clima adecuado para la mejora de la
precaria situación económica en la que han dejado a la RACV, desde luego no ha
tenido éxito. La subvención del Ayuntamiento de Valencia ha sido realmente
vergonzosa (en atención a la actividad cultural que ha desarrollado y
desarrolla la RACV, en relación con otras asociaciones que han recibido similar
o incluso superior ayuda o subvención). Y todavía más con la Generalitat. Al
margen de la Conselleria de Transparencia, en general la Generalitat no ha
mejorado en absoluto la atención económica que presta a esta centenaria
institución. Inicialmente, se afirmaba que la razón era que la RACV no tenía ámbito
autonómico. Sin embargo, cuando ha modificado sus estatutos y ha integrado al
presidente de la Generalitat entre sus miembros institucionales, al parecer no
es suficiente porque, hasta el momento al menos, no ha recibido el tratamiento
económico que merece.
Lo bien cierto es que la votación
en la RACV representa un hito histórico, no se sabe si para bien o para mal,
pero en todo caso, relevante. La historia será la que evaluará este
trascendental evento.
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